
¿Qué es un mandala?
Una mandala es un símbolo espiritual y ritual de las etnias asiáticas. Puede ser entendida de 2 formas diferentes:
Externamente como una representación visual del universo.
Interiormente como guía para distintas prácticas que ocurren en muchas tradiciones asiáticas, incluyendo la meditación.
En el hinduismo y el budismo, la creencia es que, al entrar en un Mandala y proseguir a su centro, estás guiado por el proceso galáctico de convertir el sufrimiento en alegría y dicha.
¿Qué es lo que significa un Mandala?
El significado de Mandala es, en sánscrito, «círculo». Se piensa que las Mandalas representan diferentes aspectos del cosmos. Se emplean como instrumentos de meditación y símbolos de oración, singularmente en China, el país nipón y el Tíbet.
En su forma más básica, las Mandalas son círculos contenidos en un cuadrado y organizados en secciones en torno a un solo punto central.
Generalmente se generan en papel o bien tejido, dibujados en una superficie con hilos, de bronce, de porcelana o bien de piedra.
Si bien excepcionales como una obra de arte androide, las Mandalas tienen un significado simbólico y meditativo, aparte de su vibrante apariencia.
Historia de las Mandalas
Siddhartha Gautama, creador del budismo, nació en la zona famosa el día de hoy como Nepal. Si bien no hay data confirmada de su nacimiento, los historiadores piensan que es alrededor del 560 A.C.
Se comprende que Gautama dejó su reino tras ser siendo consciente del sufrimiento humano, donde procuró lograr la iluminación por medio de la meditación y la acción consciente.
Comenzó a predicar su filosofía en unas partes de la India, donde conquistó devotos seguidores y por último estableció la primera comunidad budista de frailes sangha.
Cuando estos frailes budistas viajaron por la senda de la Seda, una vieja red de sendas comerciales que conectaban Oriente y Occidente, trajeron el budismo a otras tierras.
Llevaban Mandalas con ellos y trajeron la práctica de pintar esas composiciones espirituales a otras unas partes de Asia, apareciendo en zonas como el Tíbet, China y el país nipón en el siglo IV.
Si bien arraigadas en el budismo, las Mandalas pronto se hicieron presentes en el hinduismo y otras prácticas religiosas.
