El chamán, el chamanismo y la Ayahuasca
El chamán y la ayahuasca. Dispersos en todo el mundo están las tribus que creen en la idea de que todo en la naturaleza tiene un espíritu o un tipo de energía. El Chamanismo, que data de hace miles de años, apoya esta creencia.
Los principios del chamanismo son comunes a muchas culturas, incluyendo la de los indios de América del Norte y del Sur, el Tíbet e Indonesia, los aborígenes australianos, a los lapones del círculo polar ártico, así como en muchas tribus de África.
Estas personas comparten la creencia de que es importante establecer una buena relación con los espíritus de la naturaleza, si se desea mantener mente, cuerpo y espíritu sanos. El hombre chamán, es un miembro muy respetado de la comunidad y bendecido con un don especial que le permite comunicarse con los espíritus de la naturaleza y evocar su ayuda para curar a los enfermos, reemplazando con ello, la medicina.
Los medicamentos más comunes son las piedras cargadas con energía y plantas de energía purificadora. En el trabajo con las energías sutiles de la naturaleza, el chamán practica una forma de curación vibracional.
Los ideales chamánicos son vivir en armonía con la naturaleza, filosofía de esta y muchas otras culturas. En muchas culturas de América del Sur, el planeta Tierra se llama Pachamama, lo que significa sagrada Madre Tierra. Pachamama es un ser vivo que tiene un cuerpo físico, un cuerpo astral y espiritual interconectados. Es un mantenedor y es una madre espiritual que lleva en sí los secretos del universo.
Los antiguos incas de Perú, son referencia a las energías de la Tierra gracias a los Apus. El Apus mantiene la tierra y cuando una persona nace, también se hace responsable de su desarrollo. Son los intermediarios entre los seres humanos y la Tierra. Los chamanes incas trabajan con estas energías o espíritus de orientación (como APUS), así como para resolver los conflictos y sanar.
Los queros (Quero, Q’ero o Q’iru) es un pueblo de habla quechua que viven en las montañas brumosas de centro-sur de Perú. Son descendientes de los Incas sacerdotes altos (o chamanes) y mantenedores de sus antiguas tradiciones místicas. Estas personas lograron mantener sus creencias espirituales y culturales vivos, sin sufrir interferencias del mundo exterior durante más de cuatrocientos años.
Los q’ueros hablan de dos realidades: panya y yoqe. Panya es todo lo que se asocia con el mundo común y la realidad física; yoqe es todo lo que pertenece al mundo extraordinario y la realidad invisible.
El chamán tiene la capacidad de mejorar la relación de su pueblo con las fuerzas cósmicas, de modo que se pueda restablecer la armonía y el equilibrio para la vida de sus miembros.
Ayahuasca, la energía de los animales de los chamanes
La Ayahuasca
La ayahuasca o Yagé es una bebida usada por los pueblos indígenas amazónicos. Los indios de América del Sur creen que el contacto con los encargados de la naturaleza animal es especialmente importante para la curación y para armonizar la relación con el padre cielo, la madre Tierra y todos los elementos de la naturaleza.
Orientación, la fuerza y el conocimiento son el resultado de sintonía con los espíritus de los animales y las energías sutiles.
En selvas orientales del Perú existen chamanes que usan las ceremonias de ayahuasca, una planta silvestre que altera la conciencia. Esta planta expande la conciencia por lo que los chamanes comienzan a ver y escuchar el espíritu de los animales durante el ritual. El espíritu de serpientes, tigres, jaguares, águilas, cóndores, cocodrilos y delfines suelen estar presentes, y se cree que estos animales tienen una energía especial que puede sanar a los enfermos.
Ceremonia chamán de Ayahuasca
La Ayahuasca cura y también ayuda a aliviar las vibraciones negativas acumuladas en el cuerpo como resultado de pensamientos destructivos y todo tipo de trauma.
